19 septiembre, 2020

Haciendo cerveza con un kit de extracto de 1 galón


Los kits de extracto son la forma más común con la que las personas tienen su primer contacto con el arte de hacer cerveza. Son compactos, relativamente baratos y fáciles de usar, por lo pueden representar una muy buena parada para empezar a hacer cerveza.

Cabe mencionar que no es necesariamente el primer paso que un cervecero debe tomar para aprender a usar cerveza. Se puede comenzar con un equipo más grande si se desea. Pero vamos a discutir estos kits porque se han popularizado bastante y algunas personas ya cuentan con ellos o tienen la facilidad de comprarlos. 

La primera ventaja de estos kits es que viene casi todo lo necesario en una sola caja, quitando el trabajo de comprar varias piezas de equipo y varios insumos, cosa que desanima a muchos principiantes.

Vamos a analizar el contenido de un kit en específico:  Craft Beer Making Starter kit de Northern Brewer
  • Fermentador de 1 galón
  • Tapón con agujero
  • Airlock o trampa de aire
  • Enchapadora y tapitas o corcholatas
  • Ingredientes para la cerveza
  • Etiquetas
  • Tubo para llenado de botellas
  • Desinfectante
  • Manguera
  • Instrucciones
Adicionalmente vamos a necesitar:
  • Olla para hervir de por lo menos 2 galones o 7.5 litros. Idealmente de 10 litros para tener espacio suficiente.
  • Botellas de vidrio con boquilla que no sea de rosca

UNBOXING

La parte más importante de hacer cerveza es disfrutar el proceso.  Abramos nuestro kit como si se tratara de un niño abriendo un regalo de navidad.

El objetivo es asegurarnos que todos los ingredientes y accesorios necesarios vengan en buenas condiciones. En el kit viene una hoja que enumera todo lo que viene en la caja y así nos aseguramos de tener un día de cocinado sin inconvenientes.

PRUEBAS

Lo primero que debemos hacer es poner nuestros ingredientes en refrigeración, pues el viaje muy probablemente no fue amable con ellos. Se deben mantener en el frío hasta el día que los utilicemos.

También es útil probar todos los instrumentos para asegurarnos que funcionan de forma correcta para no llevarnos una sorpresa al momento que las vamos a necesitar. Por ejemplo, armar y llenar el recipiente de fermentación para buscar fugas, probar la manguera y el tubo de llenado y la taponadora con una botella y una tapa para asegurarnos que todo está en orden.

PLANIFICACIÓN

Debemos hacer una lista de todos los ingredientes y materiales que necesitamos para hacer nuestra cerveza, siguiendo los pasos en las instrucciones. Esto significa que debemos tener nuestra olla y todo lo necesario para no tener que salir corriendo a la tienda a última hora.

Tener las cosas que no vienen incluídas en el kit es lo más inteligente en este paso. Por ejemplo, la olla que vamos a utilizar, el hielo ya en el congelador, la paleta que con la que vamos a mover el mosto, etc.

EL DÍA DE COCINA

Aquí vamos a tomar un momento para leer las instrucciones y dejar todo listo para comenzar a hacer nuestra cerveza.

En este caso específico, el kit viene con una receta de una Irish Red Ale.

La receta incluye 4 ingredientes: extracto de malta en polvo, lúpulo, granos molidos y levadura. Todo viene medido exactamente para nuestro lote por lo que no necesitamos hacer más que tener las cosas a la mano.

El extracto de malta nos brindará los azúcar necesarios para que la levadura lleve a cabo la fermentación y nos proporciona el alcohol que esperamos en la cerveza terminada.

El grano molido nos da color y cuerpo en la cerveza, lo cual, por tratarse de una cerveza roja, es indispensable.

El lúpulo nos dará el amargor de la cerveza. En este estilo el amargor es medio a bajo y solo lo agregaremos una vez.

La levadura fermentará el mosto y lo convertirá en cerveza.

Paso número 1: DESINFECCIÓN

Debemos desinfectar nuestro fermentador para evitar que otras levaduras o bacterias fermenten nuestro mosto y compitan con la levadura de cerveza. Si esto ocurre, se dice que la cerveza está contaminada y los productos de las otras fermentaciones nos darán como resultado sabores que no deseamos en nuestras cervezas, como acidez o incluso sabor y olor a huevo podrido. Si la cerveza resultante no huele bien, entonces debemos revisar nuestros procesos de limpieza.

Nuestro kit incluye 2 paquetes con un polvo que funciona como limpiador y desinfectante al mismo tiempo. Para utilizarlo solamente debemos llenar el fermentador con agua tibia, disolver el contenido de 1 paquete en el agua y remover para que se disuelva correctamente. A esta mezcla de desinfectante le agregamos el tapón y el airlock para que también se desinfecten y dejamos el fermentador cerrado mientras cocinamos nuestra cerveza, lo cual nos asegurará que el recipiente y los accesorios estén correctamente desinfectados en el momento de utilizarlos.




Paso 2: Calentar agua


Debemos tener en cuenta que vamos a perder mucho volumen por la evaporación durante el proceso de cocina. 

Por este motivo comenzamos colocando 5 litros de agua en una olla lo suficientemente grande para acomodar este volumen y un poco más en caso nuestro mosto crezca antes de hervir.

Al colocar el agua en la olla encendemos el fuego más alto que nuestra estufa permita y dejamos que empiece a calentar

Paso número 3: colocar el grano molido

Mientras el agua calienta, vamos a remojar los granos molidos que vienen en el kit en el agua para extraer esos aromas y sabores que van a distinguir nuestra Irish Red Ale.

Para esto utilizamos la bolsa (también incluida en el kit), en la cual vamos a agregar los granos y hacerle un nudo al final para evitar que se salgan por toda la olla y nos sea imposible de filtrar.

El grano se saca justo antes de que el líquido empiece a hervir.



Paso número 4: Agregar el extracto

Justo antes de que el líquido llegue a ebullición, se saca la bolsa de grano y se agrega el extracto de malta en seco.

No es necesario pesar nada ni realizar cálculos, pues todo viene exactamente como se necesita. 

La única consideración necesaria es apagar el fuego cuando se agregue el extracto para evitar que se pegue al fondo de nuestra olla. Luego de que esté disuelto correctamente se vuelve a colocar a fuego alto y se lleva a ebullición.

Paso número 5: Agregar el lúpulo

Cuando el mosto comience a hervir, agregamos todo el lúpulo incluido en la receta y comenzamos el conteo regresivo de 60 minutos.

En este punto no es necesario ninguna acción de nuestra parte, solo debemos asegurarnos que el mosto tenga una ebullición adecuada que no sea muy débil pero tampoco muy agresiva como para evaporar todo el líquido al final de los 60 minutos. Un ejemplo de la agresividad esperada se puede encontrar en el vídeo al final de este artículo.



Paso número 6: Enfriamiento

Al pasar los 60 minutos apagamos el fuego e inmediatamente llevamos la olla a un baño de agua fría.

Podemos comenzar con solamente agua y luego de 15 minutos podemos pasar a un baño de agua con hielo.

Debemos dejar el mosto en el agua fría hasta que el mismo llegue a temperatura ambiente.

Este es un paso crítico porque la levadura no puede sobrevivir en un ambiente muy caliente y si no está viva no podrá llevar a cabo la fermentación, dejando que otros microorganismos realicen dicha tarea y creando una cerveza que no será agradable para el consumo.



Paso final: transferencia

Cuando el mosto se encuentre a temperatura ambiente lo debemos transferir con mucho cuidado a nuestro fermentador previamente desinfectado. Aquí nos daremos cuenta que el nivel del líquido pudo haber quedado por debajo de 1 galón, que era lo que esperábamos. Si este es el caso, debemos llenar con agua purificada hasta el nivel deseado.

Finalmente estamos listos para agregar la levadura directamente al líquido. 

Esto finaliza el proceso y estamos listos para iniciar la fermentación.

Debemos colocar el fermentador en un lugar fresco, donde la temperatura no fluctúe demasiado y no tenga exposición a la luz solar directamente.

En unos 15 días estaremos listos para embotellar nuestra cerveza.

EMBOTELLADO

Lo más importante al embotellar sigue siendo la desinfección. Si dejamos que nuestra cerveza se infecte en este paso también tendremos como resultado un producto que tendrá aromas y sabores desagradables.

Debemos desinfectar todos los accesorios como mangueras, llenadora, tapitas y botellas, siguiendo las instrucciones del fabricante del desinfectante que hayamos decidido utilizar.

En el caso de nuestro kit de cerveza, utilizamos el sobre de limpiador y desinfectante para este fin.

Cuando tengamos todo desinfectado y listo, procedemos a llenar cada botella, teniendo mucho cuidado de no olvidarnos de colocar las tabletas de azúcar que nos darán la carbonatación necesaria.

Esto es de suma importancia porque si se nos olvida colocar las tabletas de azúcar, nuestras cerveza nunca desarrollará el gas que crea la carbonatación y la espuma y sin la cual tendremos una cerveza que no resultará tan agradable de tomar.

Al terminar de llenar la botella y colocar la tableta, procedemos a taparla utilizando la taponadora incluida en el kit.

El lote entero nos dará entre 8 a 12 cervezas terminadas.

Al finalizar el proceso, guardamos las botellas por unos 10 a 15 días hasta que el proceso de carbonatación haya concluido y la cerveza esté lista para tomar.

Esto finaliza todo el proceso, ahora ya podemos disfrutar de un pequeño lote de cervezas hechas con nuestras propias manos.

Y como todo lo bueno se comparte, llamemos a algunos amigos y presumamos nuestras primeras cervezas.






Saludos y Salud!


















2 comentarios:

  1. Hola cervecero!! tengo una duda en si importa el material del fermentador, tengo entendido que un fermentador plástico puede cambiar el sabor de la cerveza y darle un sabor como a mantequilla. Estoy por comprar uno para hacer mis recetas pero no se si es conveniente uno plástico, uno de vidrio o uno de acero inoxidable para que valga la pena la inversión.

    espero tu ayuda!! Nos apoyas un montón a todos los que tenemos el sueño de poder disfrutar de nuestra propia cerveza.

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    1. Si se puede usar plástico pero debe ser HDPE grado alimenticio para que sea seguro de utilizar. Hay que cuidar mucho de no rayarlo cuando se limpie porque eso puede causar que se escondan bacterias que van a contaminar la cerveza. El sabor a mantequilla puede ser causado por una fermentación no adecuada pero más probablemente por una contaminación de este tipo. Lo mejor es el acero inoxidable pero el vidrio cae en una buen compromiso de bueno, bonito y barato, el único problema es que es muy frágil. Suerte en las cervezas!

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