31 julio, 2020

Calculando volúmenes de agua para BIAB



El método BIAB (brew in a bag) es sumamente sencillo de llevar a cabo por lo que muchas personas lo escogen y se mantienen haciendo buenas cervezas de esta forma. 

En este blog tomaremos el método BIAB como una introducción al arte de la cerveza casera y vamos a ir aumentando el nivel de complejidad de los equipos hasta llegar a la producción de cerveza a niveles de micro-cervecería.

Por el momento, nos toca hacer el primer cálculo para nuestras recetas: el agua.

Calcular los volúmenes correctos de agua para nuestra cerveza es de suma importancia si queremos que el producto resultante se acerque a lo que nos imaginamos. 

Muchas veces nos vamos a encontrar con preguntas de cerveceros principiantes buscando la razón por la cual se evaporó demasiada agua o por qué motivo la densidad no es la que habían calculado, por lo que vamos a tratar estos temas en esta y las próximas entradas.

Determinando volumen a hervir

Cuando hacemos cerveza en una sola olla, necesitamos que dicha olla sea capaz de contener suficiente volumen para que quepa todo nuestro grano y toda el agua que vamos a ponerle, por esta razón, lo primero que debemos hacer es seleccionar una olla con el tamaño suficiente.

Nuestras primeras recetas van a tomar en cuenta que vamos a fermentar en garrafones o cubetas de 5 galones (19 litros) de capacidad total, pero no podemos llenarlas hasta el tope porque la cerveza en fermentación aumenta de volumen, por lo que debemos dejar idealmente un 25% de espacio libre. Por esta razón vamos a fermentar únicamente 15 litros, lo cual nos deja espacio suficiente.

Ahora vamos a ir de atrás para adelante para hacer nuestros cálculos.

Primero sabemos que si queremos 15 litros de mosto en el fermentador, debemos tomar en cuenta las siguientes pérdidas:
  • Pérdida por equipo y sólidos
  • Encogimiento
  • Evaporación
Ahora debemos asignarle datos a éstas pérdidas basados en nuestro equipo.

La pérdida por equipos y sólidos es lo que nos queda en la olla, mangueras, bombas y cualquier otra cosa que nos haga que el líquido se quede en la olla y no llegue al fermentador. Esto incluye los restos de lúpulo por lo que éste  número puede variar entre una receta y otra. Por el momento y para comenzar los cálculos, vamos a decir que es 1 litro.

El encogimiento es el cambio de volumen a causa del cambio de temperatura del mosto. Cuando pasamos de temperatura de ebullición, alrededor de 100°C dependiendo de la altura, a temperatura ambiente, alrededor de 20°C dependiendo de nuestra ubicación, el volumen se encoje en un promedio de 4%, es decir, el volumen del mosto frío es del 96% del mismo mosto caliente.

La evaporación es el último factor a tomar en cuenta recordando que vamos a hervir nuestro mosto por una hora. Este dato lo tendremos que medir, de preferencia con agua, para conocer cómo se comporta nuestra olla y nuestro quemador juntos. La respuesta la tendremos midiendo la cantidad de agua al iniciar la ebullición y luego midiendo la cantidad que queda al terminar 60 minutos de hervido constante. La diferencia entre estas cantidades la dividimos entre el volumen inicial y eso nos da una taza de evaporación.
La mayoría de calculadoras simplemente tomarán un promedio de 10% como tasa de evaporación, pero los equipos varían mucho por lo que la medición es la mejor forma de poder predecir nuestros volúmenes de forma correcta.

En nuestro equipo, si colocamos 20 litros a hervir, nos quedan 18 al transcurrir 60 minutos, por lo que la diferencia es de 2 litros evaporados. Si dividimos 2 litros entre los 20 iniciales tenemos una tasa de evaporación de 0.1

Ahora vamos a poner estos resultados en números tomando en cuenta el volumen de 15 litros que queremos fermentar y lo hacemos de la siguiente manera:

Volumen a hervir = (Volumen a fermentar + pérdidas por equipo) / 1 - Tasa Evaporación / 0.96

Volumen a hervir = (15 litros + 1 litro) / 0.9 / 0.96
Volumen a hervir = 16 / 0.9 / 0.96
Volumen a hervir = 18.5 litros

Esto nos da como resultado el volumen que debemos hervir para obtener los 15 litros que queremos en el fermentador. Este dato es constante para nuestro equipo y NO mostrará variación entre recetas, incluso entre métodos para hacer cerveza, por lo que no importará si hacemos cerveza con extracto, con grano usando el método BIAB o cualquier otro método, siempre vamos a usar éste volumen como nuestro volumen a hervir.

Determinando la capacidad de nuestra olla

Ahora que conocemos el volumen a hervir, vamos a determinar si podemos llevar a cabo la receta en nuestra olla.

El volumen total que necesitamos que nuestra olla sea capaz de manejar será la suma entre el volumen que debemos hervir y el volumen que la malta ocupará y absorberá cuando la coloquemos en la olla.

Esto lo podemos expresar de la forma siguiente:

Volumen de maceración = Volumen a hervir + Desplazamiento por malta + Absorción por malta

La malta desplaza alrededor de 0.67 litros de agua por cada kilogramo. 

La malta a su vez absorbe alrededor de 1 litro por cada kilogramo.

Con estos datos podemos calcular el volumen total de maceración necesario y por lo tanto el tamaño de nuestra olla si queremos hacer una receta con 4.5 kg de malta:

Volumen de maceración = 18.5 + (4.5*0.67) + (4.5*1)
Volumen de maceración = 18.5 + 3.01 + 4.5
Volumen de maceración = 26 litros

Ahora sabemos que para esta receta, nuestra olla debe tener por lo menos 26 litros de capacidad.

Esto es para una cerveza de contenido alcohólico de alrededor de 5%, sin embargo, no queremos limitarnos desde el principio, por lo que una olla de por lo menos 35 litros es lo ideal.

Determinando la cantidad de agua

El paso final es calcular la cantidad de agua que debemos agregar a la olla, lo cual es sencillo si ya contamos con todos los datos anteriores.

Solamente debemos utilizar el volumen a hervir y sumar el agua que la malta absorbe, de la forma siguiente:

Agua para macerar = volumen a hervir + peso total malta

En este caso tenemos:

Agua para macerar = 18.5 + 4.5
Agua para macerar = 23 litros


Si hemos realizado nuestros cálculos correctamente, entonces al momento de sacar la malta y dejarla escurrir un par de minutos, el volumen restante en la olla será de 18.5 litros y cuando terminemos de hervir vamos a poder ingresar al fermentador exactamente 15 litros de cerveza. Todo esto gracias a que nos hemos tomado el tiempo de realizar las pruebas a nuestro equipo y los cálculos correspondientes. 
También cabe mencionar que ésto se realiza únicamente la primera vez que usamos el equipo y de aquí en adelante ya contando con los datos podemos usarlos para predecir cómo se va a comportar con cada receta que hagamos.

Hoja de Cálculo

Como siempre, una hoja de cálculo que nos ayuda a realizar los cálculos de forma práctica y fácil está incluida en este artículo. Se ha agregado el cálculo de la temperatura a la que debemos calentar nuestra agua para la maceración (temperatura de Strike) como bono, pero ésto será explicado en un artículo futuro.


Ahora tenemos todos los datos necesarios para empezar a diseñar nuestras recetas: el agua necesaria para macerar, el tamaño de la olla que necesitamos para nuestro proceso y la cantidad de mosto que debemos hervir. 

Todo lo que nos queda es comenzar a hacer nuestras propias cervezas y disfrutarlas con nuestros amigos.

¡Saludos y salud!

18 julio, 2020

Unidades, conversiones y otras nociones básicas para empezar a hacer cerveza

Cuando empezamos a hacer cerveza los foros y páginas web son una buena fuente de recetas e información sobre el proceso y otros aspectos de la fabricación que nos pueden resultar sumamente útiles.

El problema que el cervecero principiante se encuentra algunas veces es la inconsistencia entre unidades de medidas en las que están expresadas algunas recetas. Por ejemplo, veremos que hay una vasta cantidad de información en unidades imperiales provenientes de Estados Unidos de cerveceros caseros que están acostumbrados a Farenheit y libras en lugar de Celsius y Kilogramos. Algunas veces, como es el caso de Guatemala, tendremos una mezcla extraña de medidas en donde será necesario aplicar algunas conversiones. En esta entrada vamos a cubrir las unidades que se utilizan en la realización de cerveza y cómo convertirlas entre sí para evitar confusiones.

Unidades utilizadas:

Al momento de producir cerveza existen 5 cosas que medimos: volumen, peso, pH, densidad y temperatura.

Volumen

Los volúmenes de agua en las recetas se miden en dos unidades principalmente: litros y galones.

Los galones son utilizados en países donde se utiliza el sistema imperial de medidas y cada galón equivale a 3.78 litros.

Los galones también se dividen en cuartos (quarts) que son literalmente 1/4 de galón, por lo que su conversión es sumamente sencilla.

Los litros son la unidad más ampliamente utilizada por ser parte del sistema internacional y es lo que usaremos en este blog.

Para convertir entre medidas solamente debemos tener en cuenta que:

1 galón = 3.78 litros
1 cuarto = 0.94 litros

Lo anterior es suficiente cuando trabajamos en volúmenes caseros, sin embargo, cabe mencionar que en volúmenes de cervecería también se muestra esta diferencia en sistemas de medidas.

Las dos unidades utilizadas en cervecerías grandes son los barriles de cerveza y los hectolitros. Vamos a ver el primero utilizado en países como Estados Unidos, mientras el resto del mundo utiliza el sistema internacional, que es el que tiene mucho más sentido.

1 barril = 31 galones
1 hectolitro = 100 litros

La conversión entre los dos, por lo tanto, queda así:

1 barril = 1.17 hectolitros

Así podemos tener una idea de los volúmenes que las cervecerías hablando cuando listan las capacidades de sus equipos, por ejemplo, una cervecería en Estados Unidos nos puede decir que su cocina tiene una capacidad de 10 barriles, mientras una cervecería en latinoamérica nos dirá que sus fermentadores tienen una capacidad de 30 hectolitros.

Peso

Aunque estrictamente hablando, estamos midiendo la masa, vamos a referirnos a esta medida como peso para cumplir con lo que coloquialmente se usa día a día. 

El peso lo usamos normalmente para medir la malta y los lúpulos y existen dos unidades comunes: libras y kilogramos.

Las libras vienen del sistema imperial de medidas y es importante saber que cada libra tiene 16 onzas.

Los kilogramos vienen del sistema internacional y cada kilogramo tiene 1000 gramos (kilo = 1000).

Los factores de conversión son los siguientes:

1 Kg = 2.204 lb

1 oz = 28.35 g

Ejemplos: 
Si vemos una receta que nos pide utilizar 10 libras de malta Pilsner, entonces podemos convertir de la forma siguiente:

10 lb / 2.204 = 4.5 kg

Si tenemos una receta que nos pide utilizar 4 onzas de lúpulo, entonces podemos convertir a gramos de la siguiente manera:

5 oz * 28.35 = 141.75 g

pH

El pH (potencial de Hidrógeno) es una escala de 1 al 14 que nos dice qué tan ácida o alcalina es una sustancia. Un pH de 7 nos indicará que algo es neutro. Debajo de 7 la sustancia es ácida y arriba de 7 la sustancia es alcalina. La importancia del pH en la cerveza tendrá entradas múltiples en este blog, pues es una materia extensa.
La escala de pH es la misma en todo el mundo, por lo que no es necesario ningún factor de conversión.

Densidad

Vale la pena mencionar que la densidad algunas veces se escribe incorrectamente como gravedad, pues se toma la traducción literal del inglés "gravity", pero lo que medimos es la densidad de un líquido en este caso.

Las dos unidades más comunes para medir la densidad en cerveza: brix y densidad específica.
Plato también es una unidad que podemos escuchar, pero para fines prácticos y a niveles caseros, los grados Plato y los Brix son equivalente y los podemos utilizar de forma intercambiable.

La densidad específica parece ser la preferida por los cerveceros caseros de todas partes del mundo y esta se define como la diferencia de densidades entre el líquido que medimos y un líquido de referencia, en este caso es el agua.

Por ejemplo, si sabemos que el peso del agua es de 1 kg por cada litro, entonces podemos saber cual es la densidad específica de un líquido si lo pesamos exactamente. Si 1 litro de mosto pesa 1.05 kilogramos, entonces decimos que la densidad específica de este mosto es de 1.050.
Como la densidad específica se obtiene dividiendo el peso del líquido entre el peso del agua, la densidad específica carece de dimensionales y se expresa únicamente como un número.

Brix es una medida que nos dice la concentración de azúcares en un líquido y se mide en grados. Por ejemplo, si tenemos una lectura de 10 Brix, esto significa que nuestro líquido contiene el 10% de azúcares. Expresado de otra forma, 10 Brix significa que por cada 100 gramos de líquido tenemos 10 gramos de azúcar.

Las fórmulas de conversión entre Brix y Gravedad Específica son un poco complicadas, al final se incluye una calculadora más exacta, pero para tener una idea podemos utilizar un factor de conversión de 4 a 1.

Por ejemplo, si tenemos una densidad específica de 1.050, podemos tomar los últimos dos dígitos (50) y dividirlos por 4 para tener una idea de los Brix que tenemos disponibles, en este caso serán 12.5 brix.

De igual forma si tenemos un mosto con densidad de 10 Brix, podemos multiplicar por 4 para obtener la densidad específica, que sería 1.040.

Temperatura

La gran mayoría de países del mundo utilizan el sistema internacional y por lo tanto utilizan los grados Celsius o grados Centígrados para referirse a la temperatura, sin embargo, debido a la cantidad de contenido generado por personas en los pocos países que aún utilizan grados Farenheit, debemos entender las conversiones entre estos dos sistemas.
 
Para convertir de °F a °C, la fórmula es la siguiente:

°C = (°F - 32 ) / 1.8

Ejemplo: 
Si una receta por pide macerar a 150°F, entonces podemos convertir de la siguiente forma:

°C = (150-32) / 1.8
°C = 118 / 1.8
°C = 65.5


Para convertir de °C a °F, utilizamos la fórmula siguiente:

°F = °C × 1.8 + 32

Ejemplo:
Si una receta nos pide fermentar a 20°C, podemos convertir a °F de la forma siguiente:

°F = 20 x 1.8 + 32
°F = 36 + 32
°F = 68

Opcional: Presión

Cuando ya tenemos experiencia y estamos trabajando con barriles, la presión se convierte en otro factor a tomar en cuenta. Aquí nos encontramos con tres unidades distintas: PSI, pascales y bares.

PSI significa libras por pulgada cuadrada, por sus siglas en inglés, y es una medida de presión que vamos a ver muy comúnmente en equipos importados de Estados Unidos.

1 PSI = 6,894.76 pascales

1 Bar = 14.5 psi

1 Bar = 100,000 pascales


Con estas equivalencias podemos hacer los cálculos necesarios para las presiones en cervecería.

Calculadora


Para facilitar la vida de los nuevos cerveceros y evitarles tener que ir a Google a buscar calculadoras o tener que hacer los cálculos una y otra vez, he incluido esta hoja de cálculos con las conversiones que necesitamos para el día a día.







16 julio, 2020

El primer paso: Equipo

Hacer cerveza no es difícil pero es necesario tener un mínimo de equipo para poder comenzar. 
En este artículo vamos a proveer algunas opciones de equipo mínimo para hacer cerveza desde los ingredientes  crudos hasta el producto listo para tomar.

Hay tres etapas que debemos tomar en cuenta para hacer cerveza en nuestra casa: cocinarla, fermentarla y embotellarla. 

Lo primero que debemos hacer es determinar la cantidad de cerveza que queremos. El volumen más común para cerveza casera es de 20 litros y vamos a tomar este dato para que en el futuro nos sea fácil encontrar recetas para replicar en casa, pues la mayoría están publicadas en este volumen y queremos dejar los cálculos para artículos más avanzados.

Lo siguiente es determinar el método que vamos a usar para hacer nuestro mosto, y en este caso vamos a utilizar el método de 1 olla y 1 bolsa llamado BIAB (brew in a bag) por ser una forma fácil que no necesita una cantidad grande de equipo. Vamos a explorar más métodos en artículos futuros que nos brindarán más y mejor control sobre nuestro proceso.

El día que cocinamos la receta es cuando hacemos el mosto que eventualmente vamos a fermentar. Es aquí donde juntamos todos los ingredientes y el equipo que necesitamos este día es el siguiente:

Día de cocina

Olla de 30 litros

Para un lote de 20 litros de cerveza es necesario una olla que tenga la capacidad suficiente de hervir unos 25 litros de mosto sin que tengamos el riesgo de que se rebalse al momento de comenzar la ebullición.


El material de la olla ha sido objeto de discusión por mucho tiempo, pero sin duda alguna el acero inoxidable es lo ideal para esta tarea. Sin embargo, si una olla de ese volumen en acero inoxidable no es algo a lo que tengamos acceso, podemos utilizar una olla de peltre o una de aluminio. 
El aluminio lo debemos usar solo como último recurso, porque se sabe que puede dejar residuos metálicos en la cerveza y aunque son cantidades mínimas, esto no es ideal para la calidad de la cerveza o para la salud de los que la toman.

Olla de Peltre

Bolsa para hacer cerveza

Para este método necesitamos una bolsa que nos permita dejar pasar todo el líquido mientras removemos todo el grano y sólidos. Si encontramos un material adecuado podemos fabricarla, pero su precio no es elevado (alrededor de $10) y están diseñadas para este propósito específico, por lo que comprarla es lo ideal.
Si tienen la suerte de tener una tienda de insumos de cerveza a mano, aquí seguramente tendrán en existencia.



Bolsa para BIAB


Cucharón o Paleta

Necesario para mover nuestra malta molida y asegurarnos que todo esté correctamente mezclado y no queden grumos secos al momento de realizar la maceración.
El material ideal para esto es el acero inoxidable, pero cualquier cucharón que nos permita mover bien la malta funcionará. Algunos cerveceros caseros usan paletas de madera, que a estos volúmenes y en esta etapa del proceso no es algo que afecte mucho el producto final. Sin embargo, si nos vamos a poner serios, buscar una buena paleta de acero inoxidable puede ser una de las mejoras que le hagamos al equipo en cuanto nos sea posible.


Cucharón de acero inoxidable

Paleta para malta de acero inoxidable

Termómetro

Un buen termómetro es crucial para nuestro proceso, es el único instrumento de medición que vamos a utilizar para comenzar y debe ser apropiado. La precisión del termómetro debe ser adecuada para que nuestra maceración se lleve a cabo sin complicaciones.

Un termómetro digital es un punto de partida ideal, pero podemos trabajar con termómetros para pavo siempre que nos muestre la escala que queremos y sean fáciles de leer indicando grado por grado la temperatura que queremos. Si la cara del termómetro es muy pequeña y tiene saltos de 5 en 5 grados nos va a ser muy difícil determinar con exactitud la temperatura que está marcando y por lo tanto no los recomiendo.

También debemos tomar el cuenta el tiempo que se lleva el termómetro en dar una lectura. Los mejores termómetros darán lecturas en menos de 5 segundos, pero algunos (como los flotantes) se tomarán a veces hasta 20 segundos en estabilizar la temperatura para dar un dato exacto. En este caso lo mejor es hacer varias mediciones de práctica antes de empezar a hacer cerveza, para tener una buena idea de cómo utilizar el termómetro que hemos escogido.

Termómetro digital y análogo


Embudo

Un embudo grande nos va a ser de utilidad para evitar el uso de mangueras, sifones y válvulas. Que a nivel principiante se pueden obviar, sin embargo, serán temas que se discutan en futuras entradas.
Debemos conseguir el embudo más grande que nos sea posible, siempre que sea seguro para alimentos. Usualmente si son de plástico o acero inoxidable los podemos utilizar, pero hay algunos que son de otros metales que se pueden oxidar y arruinar nuestra cerveza en el último paso, por lo que recomiendo no considerarlos.

El tamaño del embudo va a determinar qué tan fácil nos va a resultar pasar el mosto de la olla hacia el fermentador, por lo que recomiendo un diámetro de no menos de 15 centímetros en la parte más ancha.


Embudo

Quemador u hornilla grande

A menos que tengamos una estufa industrial en nuestras casas, va a ser muy difícil que las hornillas de nuestra estufa sean suficientes para calentar las cantidades de agua y hervir el volumen de mosto que necesitamos a la intensidad requerida, por lo que vamos a necesitar buscar una opción.

Por esta razón necesitamos un quemador que nos permita hervir al menos 30 litros de agua fácilmente.

El tipo de quemador varía según la disponibilidad de cada quien, pero normalmente se pueden conseguir en ferreterías o lugares donde venden equipo para cocinas industriales. He visto que los quemadores que se usan en las ollas para cocinar Paella funcionan perfectamente.


Quemador pequeño

Quemador de capacidad media

Quemador de capacidad alta


Fermentación

Fermentador: cubeta o garrafón

Al terminar de cocinar nuestro mosto debemos transferirlo a un lugar donde lo vamos a fermentar para que se pueda llamar cerveza. Para esto necesitamos un recipiente adecuado.

La finalidad del fermentador es mantener la cerveza mientras se fermenta sin filtrar químicos ni otros elementos hacia nuestra querido líquido, es decir, debe ser de grado alimenticio.

El material más común para fermentar es el polietileno de alta densidad o HDPE. Este material tiene todas las características que necesitamos para usarlo en nuestros fermentadores.

Podemos encontrar cubetas de HDPE con tapa, las cuales son perfectas para fermentar nuestra cerveza, sin embargo, la mayoría vienen en una capacidad total de 5 galones o casi 19 litros, por lo que hacer lotes de 20 litros de cerveza final sería imposible. Por eso, tenemos la opción de usar 2 cubetas o conseguir una de por lo menos 25 litros de capacidad.

Otra opción que tenemos son los garrafones de agua potable, que son de grado alimenticio y vienen (o deberían venir) ya desinfectados. La ventaja de usar garrafones es que son mucho más fáciles de conseguir. La desventaja es que por su apertura tan pequeña son complicados de limpiar y si no se limpian bien, no lo van a recibir después cuando necesitemos cambiarlo por otro lleno. Al igual que las cubetas, los garrafones vienen en una capacidad limitada de 5 galones o aproximadamente 19 litros, por lo que vamos a necesitar 2 para un lote de 20 litros de cerveza.

Garrafones funcionando como fermentadores

Cubeta convertida a fermentador

Airlock y tapón

El fermentador debe estar sellado para evitar que agentes externos contaminen nuestra cerveza y le den sabores que no pertenecen, pero debe tener la capacidad de evacuar todo el dióxido de carbono que se produce como resultado de la fermentación alcohólica. Para esto utilizamos un tapón y un airlock o trampa de aire.
Esto nos actúa como una especie de válvula de una sola vía, en donde podremos sacar gas del fermentador pero no introducirlo.

Los Airlocks son pequeños y baratos dispositivos plásticos que podemos utilizar para este fin. Vienen de dos tipos: tres piezas y una pieza. Los de 3 piezas tienen la ventaja de desarmarse y esto nos facilita la limpieza en caso se ensucien durante el proceso, mientras que los de 1 pieza son (marginalmente) más baratos.
Airlock de 3 piezas

Airlock desarmado

Airlock de 1 pieza



El airlock no sirve de nada si no hay una forma hermética de colocarlo al recipiente de fermentación. Por lo que será necesario usar un tapón o stopper. El tapón es una pieza de plástico suave o de caucho que crea un sello en la apertura del fermentador y tiene un agujero para insertar el airlock o manguera. Es necesario porque si se falla en sellar el fermentador no tendremos actividad en el airlock ni la seguridad de que nuestra cerveza se encuentra protegida. El tapón correcto para un garrafón de agua como los que normalmente vemos en Guatemala es un #10.

Link del Airlock

Link al stopper # 10

Día de embotellado

Cuando la fermentación haya concluido debemos transferir nuestra cerveza a botellas para se carbonaten y así poder disfrutar del producto terminado.

Botellas

Las botellas para cerveza deben soportar presiones altas generadas por la carbonatación, por lo que debemos ser cuidadosos al escogerlas para evitar que exploten a media noche y nos maten del susto. Las botellas ideales son las que ya se han usado para una cerveza. La forma más común para un cervecero de casa de conseguir botellas es comprar cervezas y lavar las botellas al final. Sin embargo, hay varios lugares en donde venden ya las botellas nuevas listas para ser utilizadas.

Si se elige reutilizar una botella es necesario lavarla correctamente para evitar que el contenido de la cerveza anterior contamine la nueva. Lo mejor es enjuagar la botella con agua caliente inmediatamente después de utilizarse, pero si esto no es posible, al menos un poco de agua a temperatura ambiente puede dejarla lista para un lavado posterior.

Al momento de estar listo, la botella se puede lavar con jabón de platos pero teniendo mucho cuidado de remover todo rastro del mismo, de lo contrario la cerveza resultante tendrá sabor a jabón y será por este motivo. Los lavadores de botellas se pueden encontrar en cualquier supermercado.

Distintos cepillos para lavar botellas


Tapitas o corcholatas

Es lo que se encarga de sellar la botella para que soporte la presión necesaria para la carbonatación.
Las podemos encontrar en tiendas de insumos de cerveza, en fábricas de botellas o en Internet. Otra alternativa es acercarse a las cervecerías artesanales y pedir que les vendan un ciento, usualmente estarán abiertos a ayudarles.

Las tapitas o corcholatas más comunes en américa latina son de 26mm, lo cual es importante tener en mente por si se compran en el extranjero, para evitarnos importar algo que no nos va a servir.

Link a tapitas

Enchapadora o taponadora

Por último, necesitamos una forma de colocar las tapitas en nuestras botellas, para lo que necesitaremos una enchapadora o taponadora.

Existen dos tipos populares para cerveceros caseros: la taponadora de alas y la de banco.

La de alas tiene la ventaja de ser más compacta y fácil de almacenar, pero ligeramente más difícil de operar. La de banco es más grande y casi siempre más cara, pero nos brinda la seguridad de una botella adecuadamente sellada cada vez.

La taponadora de alas es la elección de la mayoría de cerveceros principiantes, por lo que será con esta con la que comenzaremos nuestro proceso.


Taponadora de alas


Taponadora de banco



Link a la taponadora

Cubeta de embotellado con válvula

La cubeta de embotellado es donde vamos a hacer la mezcla de cerveza con azúcar para carbonatación.

Debe ser una cubeta grado alimenticio pero necesitamos que tenga como mínimo una válvula para que podamos llenar nuestras cubetas utilizando esa salida. Es también recomendado que tenga una tapa para evitar que algo contamine la cerveza.

Si queremos hacer nuestra propia cubeta de embotellado, solamente necesitamos un agujero de 7/8'' o 22 mm y podemos comprar estas válvulas que son fácil de usar y de bajo costo. 

Link de la válvula aquí.


Opcionalmente pero muy recomendado es una llenadora de botellas con detenido automático, lo cual nos hará la vida más fácil el día que llenemos nuestras botellas. Tomar en cuenta que también será necesario una manguera para utilizarla.

Link a la llenadora
Link a la manguera


Tubo con detenido automático para llenar botellas


15 julio, 2020

La Paciencia: uno de los ingredientes principales de la cerveza

Un artículo por nuestro escritor invitado: José Moreira, maestro cervecero de Cervecería Xaman.

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Nunca vayas al supermercado con hambre.

    A todos nos ha pasado, cuando vamos al supermercado con hambre, paramos comprando con antojo. ¿Qué es lo primero que buscamos? Chucherías y congelados, cosas ricas que podemos disfrutar rápido… Pero ¿Qué pasa cuando compramos sin hambre? Planificamos, visualizamos recetas, compramos con paciencia eligiendo buenos ingredientes y al final del día paramos con un plato delicioso e incluso más saludable y no con un corn dog o una pizza congelada.

    A la hora de hacer cerveza, pasa algo parecido. Nos dejamos llevar por la emoción, descubrimos algún estilo o alguna cerveza que queremos clonar y pensamos “quiero hacerla yo mismo y disfrutarla cuanto antes”. En este proceso, el antojo e incluso las ganas por compartirla con nuestros amigos, nos hace sacrificar el ingrediente más importante en la cerveza: la paciencia.

    La paciencia importa incluso antes de cocinar la cerveza. Cuando planificamos una receta, tomémonos el tiempo de leer todo lo que podamos. Tenemos la dicha de acceso a tanta información. Podemos sumergirnos en un estilo, no solo agarrar la primera receta que encontremos… desde historia y consejos hasta ejemplos históricos. Y recordemos que no solo existen libros e Internet. Lo más bonito de esta industria es lo abiertos que somos todos a compartir nuestras experiencias. Acerquémonos a otros homebrewers o maestros cerveceros, estoy seguro que a todos nos emociona poder ayudar. Este proceso puede tomar semanas e incluso meses.

    Luego tenemos la parte que más se nos complica en Centroamérica, comprar ingredientes. Recientemente un amigo me invito a hacer hamburguesas y me dijo “vas a probar las mejores hamburguesas de tu vida” y aunque esa es una declaración muy agresiva, no quedé nada decepcionado. Su secreto está los ingredientes, sabe con qué tiene que prepararla y no le importa esperar para cocinarla justo como le gusta. A veces al hacer cerveza, otra vez, nos gana la impaciencia y aunque ya entendamos los ingredientes que necesitamos, tratamos de hacerla con lo que tengamos a la mano. No tenemos que ser nazis con las recetas y por supuesto que hay sustituciones… incluso muchas diferencias entre ingredientes a veces son tan sutiles que en escala pequeña se vuelve imperceptible. 
    
    Pero he visto mucho el “no tenía tal malta entonces use esta otra” y al final del día, ese ingrediente pudo hacer toda la diferencia entre una buena cerveza y una espectacular. 

    Por último y es tan importante que creo que está de más hablar mucho de esto: la fermentación y el acondicionamiento. Podemos hacer excelentes cervezas de grano a vaso en 21 días… pero estas son la excepción, no la norma. Hay que aceptarlo, una vez que agregamos la levadura esta se vuelve la maestra cervecera, nosotros nos volvemos espectadores y nuestro único trabajo es ajustarle su temperatura para que trabaje contenta. Tenemos tan poco control del proceso de fermentación, que van a existir muchas variaciones e incluso errores. 

    Afortunadamente, el tiempo arregla casi todo. Permitir que la levadura perfeccione su trabajo puede tomar muchas semanas. Esto se vuelve incluso más crítico cuando hacemos cervezas ambiciosas (a todos nos encanta) con mucho alcohol o mucho lúpulo. Es una pena cuando una cerveza con mucho potencial sale verde e incompleta por no saber esperar.

    Explotemos el potencial del homebrewing. No hay presión, no hay prisa, no hay que rendirle cuentas a nadie. Podemos hacer cerveza de clase mundial. No importa si se nos pasan un poquito los costos, no importa cuando cocinemos, no importa si no la vamos a poder repetir, no importa si pasa dos meses en el fermentador… Lo único que importa es esa sensación de orgullo de finalmente darle un trago a tu cerveza y saber que hiciste lo mejor que pudiste hacer.


José Moreira “More”

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09 julio, 2020

Importar insumos y equipo desde otros países


Muchas veces el equipo para hacer cerveza en casa no estará fácilmente al alcance de todos nosotros, por lo que importarlo de otro lugar es la única forma que tendremos de conseguirlos. Incluso si el equipo existe a nuestro alcance, es posible que si nosotros nos demos a la tarea de traerlo podamos conseguir un mejor precio.

Básicamente tenemos 2 opciones para importar cosas desde otros países: Importación directa y por medio de un tercero utilizando un PO Box en Estados Unidos.

Importación Directa

Esto depende de la disposición del vendedor de enviar el paquete a nuestro país. Si compramos en Amazon entonces la opción no es tan factible a menos que nos encontremos en México o un país con su propia rama del sitio. Sin embargo, Aliexpress sí ofrece muchas veces envíos directos a América Latina.

El problema con importación directa es que el vendedor debe tener permisos de exportación en su país para poder enviar paquetes internacionalmente, por lo que muchas veces prefieren quedarse dentro de sus propias fronteras.

La ventaja de hacer ésto es que nos ahorramos pagarle a alguien por hacer todo este trabajo, por lo que nuestros productos costarán menos dinero.

La forma de comprar directamente varía de un sitio a otro pero básicamente debemos registrarnos, comprar y pagar en la página, seleccionar la dirección de destino como nuestro país y esperar a que envíen el paquete. Algunos días después recibiremos una llamada indicando que el paquete se encuentra en nuestro país y el monto que debemos pagar en materia de impuestos de importación. Los impuestos se cancelan al recibir el paquete y el trámite queda concluido.

El único inconveniente surgirá si intentamos importar algo que aduana considere como material restringido (como malta en el caso de Guatemala), en volúmenes que sugieran que los vamos a comercializar o si es algún producto que requiera permisos especiales (como accesorios de armas de fuego). Éstas restricciones varían de acuerdo al país en donde nos encontremos, pero no deberíamos tener problemas si usamos el sentido común para comprar. Por ejemplo, si solamente importamos algunos sobres de levadura cada vez y un par de libras de lúpulo, no deberíamos tener problemas. Si intentamos importar más que lo suficiente para hacer cerveza en casa para nuestro consumo, podemos entrar en la categoría de negocios y ya serán necesarios permisos apropiados para la importación de materia prima.

Importación con terceros

Esta opción es la más sencilla porque nos quita mucho del trabajo de lidiar con aduanas e impuestos y, en algunos casos, será nuestra única opción al tratar con vendedores que no envíen fuera de Estados Unidos.

Existen empresas de logística que cuentan con casilleros físicos en Estados Unidos cuya dirección podemos utilizar para enviar nuestros paquetes. Ellos envían los paquetes a nuestro país y luego a nuestra casa.

El método de inscripción será diferente entre cada empresa pero siempre nos entregarán una dirección e identificación para que ingresemos en el sitio o página en la que deseamos hacer la compra. Esto hará que el vendedor nos reconozca como residentes de Estados Unidos y nos envíen el paquete sin problemas. La empresa de logística se encargará de los trámites y costos aduanales correspondientes y nos harán el cobro para poder retirar el paquete. En el caso de algunas empresas, incluso existen calculadores on-line para darnos una idea del costo de nuestros paquetes antes de comprarlos.

Este es el caso más común de Amazon y también algunos vendedores de Aliexpress que no hacen envíos a nuestros países pero sí a Estados Unidos.

Si no sabemos qué empresas nos pueden ayudar a hacer éstas compras, podemos buscar en Google: "PO box + nombre del país". De esta forma veremos las empresas que se dedican a esto y podemos empezar a buscar referencias de las mismas para no encontrarnos con una sorpresa más adelante.

Amazon vs Aliexpress

Por mucho los dos sitios más populares para comprar insumos de cerveza casera son éstos dos, pero ¿cuál es la diferencia (las que nos interesan al menos) entre un sitio y otro?

En primer lugar el origen de los productos, es decir, la ubicación física desde donde nuestros productos saldrán hacia el lugar final de entrega. En América Latina vamos a recibir más rápido productos enviados desde Estados Unidos que desde China.

Esto no quiere decir que todo lo que compremos en Amazon va a ser entregado más rápido. Debemos verificar las fechas de entrega pues hay muchos vendedores ubicados en China tanto en Amazon como en Aliexpress.

A pesar de que, en general, Amazon es más rápido para entregar que Aliexpress, éste último nos ofrece usualmente mejores precios. Aunque es tarea de cada quién asegurarse de comparar correctamente la calidad de los equipos, pues como todo en la vida, si algo es demasiado barato, usualmente no es de buena calidad.




Calidad

Existe esta noción anticuada que todo lo que viene de China es de mala calidad. La realidad es que China se ha convertido en una potencia de la manufactura de equipo y eso se refleja en la industria de la cerveza también.

El precio es un buen indicador de calidad, pero siempre es bueno verificar con otras personas que ya tengan en su poder el artículo, pedir sugerencias, fotografías reales y leer reseñas. Debemos hacernos una buena idea para que nuestro dinero no termine en un artículo que vamos a utilizar 2 veces antes de que se quiebre o deje de funcionar.

Otro factor a tomar en cuenta es que muchas empresas en Estados Unidos realizan una práctica llamada "drop shipping" que básicamente es comprar en China y vender en Estados Unidos a un precio más alto. Por lo que debemos cuidar no comprar cosas más caras innecesariamente.

Además del drop shipping nos encontramos con las maquilas de productos, que básicamente significa que una empresa comprará suficiente cantidad de un producto para ponerle su marca y su logo, pero seguirá siendo el mismo producto que cuesta la mitad o menos si lo compramos directamente de China, por ejemplo, los tapadores de botellas, fermentadores plásticos y accesorios en acero inoxidable.

Otras páginas

Si tenemos acceso a comprar en cualquier lugar de Estados Unidos, limitarnos a una página no siempre es la respuesta a todas nuestras necesidades.

Existen varias páginas especializadas que cuentan con una enorme variedad de productos e insumos cerveceros a los que nos gustaría acceder. Algunos de ellos tienen ofertas que podemos adquirir y darnos un mejor equipo a un menor precio.

El siguiente es solo un pequeño listado de sitios que han llamado mi atención por su variedad, aunque sin duda hay muchísimos más:


Tarjeta de crédito

Como nada es gratis en la vida, necesitamos pagar por nuestros equipos. Por eso necesitamos un medio de pago que las páginas acepten. En un pequeño grupo de páginas no aceptarán tarjetas que no hayan sido emitidas en Estados Unidos, pero ese pequeño número, afortunadamente, está desapareciendo.

El sistema de pago no diferencia entre una tarjeta de crédito y una de débito, por lo que siempre que la tarjeta sea capaz de transferir dinero en línea, podremos hacer nuestro pago con cualquier de las dos.

Si por alguna razón no se cuenta con la opción de una tarjeta de crédito o débito para hacer este tipo de compras, siempre hay empresas que prestan el servicio.  En algunos casos, las mismas empresas de logística que traen los paquetes nos darán la opción a hacer ellos mismos la compra, por lo que vale la pena hacer la consulta. También podemos usar esta opción si no nos sentimos seguros dando los datos de nuestras tarjetas a una tienda en línea.

Otra solución: grupos de cerveceros caseros

Por último, si creen que todas formas es muy difícil conseguir o importar sus propios insumos y equipos, pueden buscar grupos de cerveza casera en redes sociales y solicitar ayuda. Los grupos de cerveza casera suelen ser muy unidos y siempre ayudan a los nuevos miembros, por lo que tienen una buena oportunidad de obtener consejos e incluso equipos e insumos ahí mismo. Recomiendo que de cualquier forma se unan a éstos grupos para dudas y preguntas, pues suelen ser muy útiles.

En conclusión, si vamos a empezar a hacer cerveza en nuestra casa, es necesario que localicemos una forma de conseguir equipo e ingredientes, ya sea importando o comprando de forma local, porque aunque lo necesario para comenzar sea poco, vamos a querer que todo esté a nuestra disposición en el momento que pensemos mejorar.

Ahora que no tenemos ningún obstáculo para comenzar a juntar nuestro equipo, vamos a enfocarnos en el siguiente artículo en las cosas que debemos conseguir para hacer nuestro primer lote de cerveza. ¡Saludos y Salud!