15 julio, 2020

La Paciencia: uno de los ingredientes principales de la cerveza

Un artículo por nuestro escritor invitado: José Moreira, maestro cervecero de Cervecería Xaman.

"
Nunca vayas al supermercado con hambre.

    A todos nos ha pasado, cuando vamos al supermercado con hambre, paramos comprando con antojo. ¿Qué es lo primero que buscamos? Chucherías y congelados, cosas ricas que podemos disfrutar rápido… Pero ¿Qué pasa cuando compramos sin hambre? Planificamos, visualizamos recetas, compramos con paciencia eligiendo buenos ingredientes y al final del día paramos con un plato delicioso e incluso más saludable y no con un corn dog o una pizza congelada.

    A la hora de hacer cerveza, pasa algo parecido. Nos dejamos llevar por la emoción, descubrimos algún estilo o alguna cerveza que queremos clonar y pensamos “quiero hacerla yo mismo y disfrutarla cuanto antes”. En este proceso, el antojo e incluso las ganas por compartirla con nuestros amigos, nos hace sacrificar el ingrediente más importante en la cerveza: la paciencia.

    La paciencia importa incluso antes de cocinar la cerveza. Cuando planificamos una receta, tomémonos el tiempo de leer todo lo que podamos. Tenemos la dicha de acceso a tanta información. Podemos sumergirnos en un estilo, no solo agarrar la primera receta que encontremos… desde historia y consejos hasta ejemplos históricos. Y recordemos que no solo existen libros e Internet. Lo más bonito de esta industria es lo abiertos que somos todos a compartir nuestras experiencias. Acerquémonos a otros homebrewers o maestros cerveceros, estoy seguro que a todos nos emociona poder ayudar. Este proceso puede tomar semanas e incluso meses.

    Luego tenemos la parte que más se nos complica en Centroamérica, comprar ingredientes. Recientemente un amigo me invito a hacer hamburguesas y me dijo “vas a probar las mejores hamburguesas de tu vida” y aunque esa es una declaración muy agresiva, no quedé nada decepcionado. Su secreto está los ingredientes, sabe con qué tiene que prepararla y no le importa esperar para cocinarla justo como le gusta. A veces al hacer cerveza, otra vez, nos gana la impaciencia y aunque ya entendamos los ingredientes que necesitamos, tratamos de hacerla con lo que tengamos a la mano. No tenemos que ser nazis con las recetas y por supuesto que hay sustituciones… incluso muchas diferencias entre ingredientes a veces son tan sutiles que en escala pequeña se vuelve imperceptible. 
    
    Pero he visto mucho el “no tenía tal malta entonces use esta otra” y al final del día, ese ingrediente pudo hacer toda la diferencia entre una buena cerveza y una espectacular. 

    Por último y es tan importante que creo que está de más hablar mucho de esto: la fermentación y el acondicionamiento. Podemos hacer excelentes cervezas de grano a vaso en 21 días… pero estas son la excepción, no la norma. Hay que aceptarlo, una vez que agregamos la levadura esta se vuelve la maestra cervecera, nosotros nos volvemos espectadores y nuestro único trabajo es ajustarle su temperatura para que trabaje contenta. Tenemos tan poco control del proceso de fermentación, que van a existir muchas variaciones e incluso errores. 

    Afortunadamente, el tiempo arregla casi todo. Permitir que la levadura perfeccione su trabajo puede tomar muchas semanas. Esto se vuelve incluso más crítico cuando hacemos cervezas ambiciosas (a todos nos encanta) con mucho alcohol o mucho lúpulo. Es una pena cuando una cerveza con mucho potencial sale verde e incompleta por no saber esperar.

    Explotemos el potencial del homebrewing. No hay presión, no hay prisa, no hay que rendirle cuentas a nadie. Podemos hacer cerveza de clase mundial. No importa si se nos pasan un poquito los costos, no importa cuando cocinemos, no importa si no la vamos a poder repetir, no importa si pasa dos meses en el fermentador… Lo único que importa es esa sensación de orgullo de finalmente darle un trago a tu cerveza y saber que hiciste lo mejor que pudiste hacer.


José Moreira “More”

"

No hay comentarios.:

Publicar un comentario